All you need is love...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Dos citas...

"El amor recíproco, el único que nos ocupa aquí, es el que pone en juego lo inusual en la práctica, la imaginación en los lugares comunes, la fe en la duda, la percepción del objeto interior en el objeto exterior".

André Breton.



"Opongo el amor- imágenes ya hechas- en lugar de imágenes por hacer".

Paul Eluard.

Una cita...

"El cine es mejor que la vida"

Emilio García Riera.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Beach House.

El pasado jueves, los amigos Berenice y David nos invitaron a un concierto en un lugar llamado Gleep Club en el centro de Birmingham. El lugar es entre pub, cafe y tiene dos salas de conciertos. En la que estábamos es pequeña, cabrán aproximadamaente 100 personas. Primero toco un chavito, que nunca supimos el nombre, pero que tocaba my bien y después Beach House, un grupo formado por una chica, vocalista y toca el organo y un chavo, que toca la guitarra. Es un sonido experimental, pues tiene los efectos de la caja de música, los toques digitales hacen que su música cree atmósferas. Nos gustó mucho. Creo que los cuatro pasamos un rato muy agradable con la buena vibra de los amigos y la música.


Les dejo el video y su página: http://www.beachhousemusic.net





miércoles, 14 de noviembre de 2007

La danza...

Creo que me voy a morir con la firme certeza de que debí de ser bailarina. Desde pequeña me gusta bailar, pasé como cinco años estudiando danza folklórica, después jazz, luego experimente hawaiano, tahitiano, una sola clase de flamenco, hasta baile de salón, que me dio la oportunidad de saber como se baila un poco de todo… No fue hasta mis 20 años, que decidí tomar clases de danza clásica. Así que me inscribí a clases de danza en donde tomaba técnica de ballet y danza contemporánea. Nunca pensé que mi cuerpo se pudiera adaptar tan pronto, pensé que la elasticidad y la fuerza no iban a ser las mismas y al contrario, resultaron ser buenas, pues para mis 20 años digamos que eran excelentes. Así fue como volví a las presentaciones, compré mis puntas y de verdad que me sentía muy bien física y mentalmente. Tomé la danza muy en serio, el primer grupo con el que empecé se desintegró al cabo de año y medio, después me fui a la UAM por unos meses, después a la UNAM, luego a la Casa del Lago en donde ya me sentía a buen nivel y pasé a Intermedios, después a la Casa de Cultura de Santa María la Ribera en donde mi maestra me envió a una audición para un grupo de danza contemporánea profesional llamado la Cebra. Tiempo después me enteré de que me había quedado entre sus filas como aprendiz. Hasta ahí llego la historia de la danza. Cuando vine a vivir aquí, busqué escuelas y me di cuenta que lo que me costaba un mes de danza en México, aquí me costaba una clase, más el transporte… digamos que dije que hasta que trabajara. Pero por febrero fui a una clase de ballet y con tantas cosas que habían ocurrido, esa hora con quince minutos me liberaron y me dejaron en santa paz con mi cuerpo y con mi mente. Después fui por julio y no hubo clase de ballet, así que entré a jazz y no es lo mismo. Ayer fui de nuevo y felicidad absoluta!
Digamos que la instructora, es una bailarina retirada, de aproximadamente 42 años, la clase es para principiantes, pues es una técnica más o menos nueva para mi, van en su mayoría mujeres, de 16 años en adelante, digamos que la clase no es muy pesada, además olvidaba que la técnica inglesa esta llena de adornos, mucho brazo, mucho salto. Lo extraño es tomarla en inglés, con la banda inglesa. Ayer mi compañero de barra fue un chico de aproximadamente unos 17 ó 18 años, de raza negra, que buen compañero, que bien bailaba, obviamente hay algunas chicas a las que no se les da la coordinación y otras que bailan muy bien. Ayer como siempre, salí contenta, muy cansada, pero contenta porque me mandaron también a la clase de intermedios. Digamos que me preguntaron si ya había estudiado danza, dije que si y eso valió para entrar tanto a principiantes como a intermedios, aun no sé si pueda tomar las dos clases, pero por lo menos seguiré asistiendo.
Me acordé que cuando hice la audición para la Cebra había una pregunta que decía: ¿Qué sientes cuando bailas? A mí se me vino a la mente la frase famosa de la película de Billy Elliot: siento que vuelo… No me acuerdo que contesté, solo sé que me emociona mucho estar en el salón con más bailarines, no es tan solo un esfuerzo físico, sino mental. Una maestra nos decía que no se baila con el cuerpo, sino con la cabeza, se piensa cada paso, se hace un esfuerzo por lograr la perfección, es cuestión de estética, de belleza, de arte y de sentimiento, poder transmitir con tu cuerpo la felicidad o la tristeza es simplemente un acto sublime y de libertad.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Otoño

El otoño es muy bello en estas tierras, más si caminas por el canal y te acompaña Gustavo, una cámara, y disfrutas de la tarde...





viernes, 9 de noviembre de 2007

El día del curso...

Después de la espera solo aparecimos cinco de los siete. Pakistán, Eritrea, Reino Unido, Eslovaquia y México, reunidos para un curso: Level 2 Award in Food Safety in Catering. Siete horas escuchando a un Ingeniero en Alimentos enfermo de gripa y con acento birminghaniano (como dato, dicen que el peor acento de Inglaterra lo tienen los brumis, o sea los oriundos de esta cuidad de Birmingham). El curso versaba a cerca de la higiene en la cocina, desde la higiene personal hasta sus más oscuros rincones.
Realmente estaba muy desvelaba y muy cansada de trabajar siete días seguidos. No miento si les platico que la primera media hora me dormía en pequeños periodos (por no decir que estuve cabeceando, media hora) pero después de cuatro cafés la situación mejoró.
Conforme pasaba el curso me empecé a dar cuenta de que de las cinco personas solo dos estaban conectados: el instructor y un chavito británico, los demás a ratos estábamos ahí, a ratos en la luna, pues el chico era el único que estaba entendiendo todo. A pesar de ello, logré conectarme la mayor parte del curso con el inglés y entender la mayor parte, pero no así Zdenka, mi compañera eslovaca. Y lo entiendo es muy desesperante no entender, sobre todo si los nervios te traicionan.
La preocupación real de todos los que estábamos ahí era que al final había un examen de 30 preguntas con el que nos darán un certificado. Obviamente a todos nos enviaron al curso por parte de nuestros trabajos, así que teníamos que pasarlo. Llegó la hora del examen y solo el chico británico terminó en 10 minutos. El señor pakistaní, dueño de un restaurante que tomó el curso para saber que ordenar a sus trabajadores, en definitiva, le dijo al instructor que él le había entendido a todo, pero no escribe ni lee inglés, así que le hiciera el examen oral. Así fue como solo quedamos las mujeres. Sarana, Zdenka y yo.
El ingeniero entró a la sala y le dijo a Sarana que lo dejara ver su examen, ella habla bien inglés, así que solo tenía algunas respuestas incorrectas y le dijo que tenía mal cinco, le señaló cuales eran y que le daba oportunidad de pensar las preguntas de nuevo. Después fue conmigo, me dijo, que tenía las necesarias para pasar el examen, o sea 20, pero que si quería podía tener todas bien, le dije que si, salimos a otra sala y me hacía la pregunta pero con un poco de explicación, para que entendiera algunos términos… afortunadamente logré entender cinco, las otras estuvieron muy complicadas para mi, pero me sentí bien con el éxito obtenido. Luego fue con Zdenka, pero mientras escribía esto, ella seguía en la otra sala peleándose con el idioma, y el instructor, con toda la paciencia del mundo trataba de hacerle entender que más que hablar inglés es cuestión de sentido común, solo que Zdenka estaba tan nerviosa que ya merecía la ayudadita que a nadie le hace daño.
Algunos minutos antes se fue Sarana. Me impresinó conocerla. Pensaba que le tengo cariño a estar viviendo aquí porque tienes la posibilidad de conocer a gente de lugares muy lejanos y con historias extrañas.
Sarana es de Eritrea, una mujer delgada, no muy alta, de raza negra, pero de rasgos finos, de una belleza diferente, elegante, lo más importante es que tiene mucha vibra, como una latina, confianzuda, con una gran sonrisa, amigable, abierta y contando su vida al primer extraño que conoce. Me gusta esa gente, me gusta sentir que pareciera que las conoces de años. El punto es que Sarana está aquí sola desde hace cuatro años, vive a las afueras de Birmingham y trabaja en un restaurante como garrotera y esta buscando otro porque el que tiene es temporal. Le pregunté su edad y me dijo que ya se le había olvidado. Al despedirse me dijo: que triste mi vida no? Estoy completamente sola, sin amigos, sin hombre, sin nada, que triste… me lo dijo con una gran sonrisa que más que tristeza la admiré, muchas veces es mejor estar solo y mujeres como ella que se pueden desprender de todo y estar aquí rifándosela con la vida, me causan emoción, dan fuerza.
Finalmente salió Zdenka he interrumpí la escritura de esto, pero terminamos en el centro de la cuidad, fuera del Bullring esperando a su novio. Estaba bastante agradable la tarde, fría pero despejada de nubes y sin viento.