viernes, 29 de febrero de 2008
Londres de nuevo... I
sábado, 23 de febrero de 2008
La lengua de Plutarco
Así pués con la ayuda de mi buen amigo Ulises, desde la Cuidad de los Palacios, se armó la idea y él lo bautizó como: La lengua de Plutarco. Ahora se anexó otro buen amigo y espero seguir recibiendo la colaboración de mucha más gente.
De esta manera los invito a leer el nuevo proyecto-blog: La lengua de Plutarco.
jueves, 7 de febrero de 2008
El cine.
Dice Luis Buñuel en sus memorias que el cine es hipnótico porque nos predisponemos a entrar en una sala completamente oscura a ver una proyección de imágenes que nos crean sentimientos. Es entrar en un proceso de hipnosis.
He sido amante del cine no se desde hace cuanto tiempo, no sé cuando me di cuenta de eso. Recuerdo ir al cine desde pequeña y mi madre tanto como mis hermanas no dejan de recordar el día que me llevaron a ver Caty la oruga, pues después de hacer filas y filas para entrar, a media película me quise salir porque comencé a llorar. Aun recuerdo que lloré porque las abejas pusieron a trabajar mucho a Caty y eso me hizo estallar en llanto, ja! Recuerdo mucho aquella película llamada Calacán, que verdaderamente me hizo creer que había un mundo en donde la gente no tenía piel, todos eran esqueletos. No olvido cuando mis papás nos llevaron a ver La mosca o más cercana nuestra memoria Parque Jurasico. Como olvidar la película que creo yo que a mis 15 años me cambio el mundo: Trainspotting, pues pienso yo que esa película cambio la brecha generacional. Aun y sobre muchas otras que he visto y apreciado Trainspotting es y seguirá siendo mi preferida. Con el tiempo se me fue formando un criterio más selectivo, así amé las películas que te conmueven hasta el alma y me hice gran amante del cine de arte. Siendo sincera no soy clavada con los directores y tipos de películas, solo sé algunas cosas, pero es un placer indescriptible ver una buena película.
Disfruto tanto de ver una cinta, que sé bien lo que es entrar a un cine sola, sin las ruidosas palomitas y sin escuchar absolutamente ningún comentario, abrir los cinco sentidos y ver las imágenes, así recuerso mucho In the mood of love, en la sala del cine de
Definitivamente debe de existir una pareja exacta con la que debes de ir al cine, con la que hagas un debate acerca de la cinta que viste, que quede prensado de las imágenes, que sienta y se emocione, así que desde hace mucho tiempo disfruto de la pareja perfecta y después de ir muy seguido al cine en México, llegando al UK, pues ya no era tan fácil por cuestiones monetarias, pero desde hace varios meses regresamos, pues no es lo mismo ver una película en la computadora, y fue bastante placentero regresar a la oscuridad de la sala y empezar el proceso hipnótico.
Todo este post, tan grande se debe a que ayer vimos No country for old men y traigo la cabeza llena de recuerdos de la película, digamos que me gusta sentir esta pesadez de una película, pues quiere decir que estuvo tan fuerte que impactó tanto en mi cerebro que a casi 24 hrs de verla sigue en mi cabeza… Puedo cerrar la escritura de esto declarando que amo el cine, si pienso como dice García Riera que es mejor que la vida y como dicen otros tantos teóricos cómo Marc Ferro, que no hay películas malas porque todas son producto de una realidad cultural que se vive en cierta época… pero también me gusta pensar que nosotros somos los actores principales de nuestra película personal.