Hay veces que definitivamente no salen las palabras o ya las tiene uno preparadas, pero al final no convencen mucho. El punto es que hoy me he decidido a escribir. En estos días he estado con un ánimo buena vibra, cosa que me hace feliz por el simple hecho de sentirse chido.
En días pasados quería dedicar todo un post acerca de la música en la cocina, pero como no me convenció, de todos modos ahí les va. Un día llegué de mis dos días de descanso y ya estaba una grabadora, cosa que me hizo muy feliz. Mi jefa me dijo muy contenta que ya había música y que ya podíamos trabajar con más ánimo. La verdad si me hizo feliz la grabadora, porque en las mañanas estoy sola cocinando y la grabadora se volvió en una compañía agradable. Pero por si no lo he comentado o si lo he comentado, lo digo de nuevo para que no quede duda, mi jefa es un mujer muy especial ( solo dejémoslo en “una mujer muy especial”) así que en un momento pensé que esa grabadora solo estaría sintonizada en una estación que es muy parecida a Universal Stereo, tal cual, con música viejita, tranquila y ya. Estación que no me molesta en lo absoluto, finalmente pasan de todo. Un domingo Zdenka le cambió a una estación que es lo más parecido a 97.7 solo suena Umbrella y Don’t stop the music muchas veces en unas cuantas horas así que no me gustó nada, porque sino es Riahna es Leona. Después encontré dos estaciones bien buenas, una es la estación del Reggae, me cae bien el locutor, termina las canciones cantando y siempre dice: Jha man y al final Jha Rastafari I y la otra es la estación de la black people como la conoce la banda, pasan pura música de África, ritmos desde salsa africana hasta los nuevos proyectos de la gente de África que ya lleva años viviendo aquí, me gusta porque las portuguesas entran bailando a la cocina, Zdenka trata de mover las caderas y eso hace que en la cocina se sienta un ambiente relajado, ja! Lo triste fue que a mi jefa, no le gusta la felicidad, así que un día llegó preguntando que quien le había cambiado de estación a la grabadora, obviamente todas metemos mano, así que llegó un martes con un disco de Leonard Cohen. No saben que cosa tan deprimente es pelar cebollas y escuchar Halleluya, su canción más famosa me repetía mi jefa mientras la repetía por segunda ves… afortunadamente la mayor parte del tiempo estoy sola puedo escuchar música buena vibra en la cocina…
Por otro lado el jueves me disponía a ir a pagar la renta. Un día antes Ugalde me había dejado