All you need is love...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Recordando mis 16...

Me gustaría tener 16 de nuevo. La vida era más fácil, estaba en la prepa, no me preocupaba por tener un trabajo, ni lo que sería de mí en años futuros, eso era lo que yo llamaría: vivir el presente…
Esa etapa de búsqueda de la identidad, me gustó el ska y el reggae, el socialismo, el arte y no quería tener una profesión en la que tuviera que estar detrás de un escritorio encerrada en una oficina, una mujer con dinero, sin cerebro y amante del pop… noooo!
Entre esas cosas, me preocupaba por saber de música. Gracias a mi amiga Isabel, que un día me dijo: “Si te gusta algo, hay que investigar, para el día que te pregunten por qué, sepas contestar.” Así fue como conseguí mucha música y llegó a mis manos un cassette de Los Fabulosos Cadillacs. Me gustaron mucho, demasiado. Los escuché mucho, hasta que fui a verlos en 1997 cuando presentaron en el Metropólitan,” Los Fabulosos Calavera”, después en el 2000 en el Palacio de los Deportes y luego como en el 2002 en un Vive Latino.
Al paso del tiempo siempre les he sido fieles sobre todo al álbum “Rey Azúcar” que ahora que lo escucho, es un gran disco que propone la resistencia de América Latina, así como muchas otras de sus canciones. Me gusta ese concepto de música con mensaje, que hoy día creo que dadas las circunstancias de nuestro país, hay una ausencia de mensajes concientes, hay muchas letras banas.
Hace un mes Ugalde compró los boletos para irlos a ver. Al principio creo que no estaba el 100% segura de que tocaran igual, además de que no se destacan por ser “buena onda”, finalmente son argentinos y el ego es grande… Pero llegamos al Auditorio Nacional y vimos muchoa chavitos. Aunque nosotros los conocemos más, pues la nueva versión de Padre Nuestro es de 1995, hace algunos años, hoy día es famosa por su versión cumbia. Entramos y junto a nosotros había dos chavos con unas copias, en las que se podían ver unas fórmulas matemáticas complicadas. Estaban estudiando para el examen de hoy seguramente, pero durante dos horas se relajarían viendo a los Cadillacs. Y del otro lado un tipo que no se movió ni un poquito, creo que le regalaron el boleto porque fan no era.
Empezó el concierto y hoy me duele la garganta de gritar y cantar…El recuerdo de mis dulces 16 llegó cuando tocaron el Genio del Dub, la emoción mayor fue cuando escuche de nuevo El Satánico Dr. Cadillac, pensé que por ser tan escuchada ya no lograría el mismo efecto de antes y error! Lo logró.
Como buenos rockstars, pidieron cantar las mañanitas para su baterista y lo hicimos, Vicentico, bailó, cosa que yo nunca había visto. También nos hizo sentarnos y callarnos, cosa casi imposible con la pila que habían puesto con Mal Bicho, para después dar con fuerza el grito y seguir cantando. También Vicentico, habló… No cabe duda que es la edad!!! Pues no lo hace muy seguido y agradeció profundamente a México y hasta bromeo.
Fue muy bueno verlos de nuevo, siguen teniendo el mismo toque. Mis 16 no hubieran sido lo mismo sin ellos…

Aquí un video.