All you need is love...

lunes, 30 de abril de 2007

Birmingham

Esta es la cuidad donde vivo...


Este es el centro, al fondo el edificio de gobierno.



La catedral.


La banda, disfrutando del sol en el jardín de la catedral.


Los canales.




Una vista del Jewellery Quarter.

viernes, 27 de abril de 2007

Recomendación histórica

Hace algunos años me recomendaron una muy revista especializada en Historia. Su nombre es Historia y Vida, es un a revista española publicada mensualmente, recibió el Premio ARI (Asociación de revistas de información) a la mejor Revista Especializada, pues combina el rigor de la investigación histórica con la amenidad de sus artículos, elaborados por prestigiosos especialistas.

Compañeros historiadores échenle un ojo!

martes, 17 de abril de 2007

Otra rola...

Desde hace mucho tiempo he sido gran seguidora de Los Auténticos Decadentes, creo que tienen su propia filosofía, pues me han acompañado en todo momento. En estas tres semanas en México, mi hermano Mauricio se encargó de recetarme una buena dosis de ellos y de otros grupos más para aliviar el dolor y consolar mi pena. Lo logró. Entre varias canciones que escuche de dicho grupo, encontré una que me hubiera gustado mucho cantar a todo pulmón con la banda en una cantina, casa, tugurio o calle. No se pudo, pero mi hermano si me acaompañó muchas tardes y noches escuchando música y hasta una cervecita nos echamos por el Centro Histórico. El punto es que no vi a la banda, pero esta rola va dedicada para ellos y muy especialmente para mi carnal.
El vino triste.
La noche esta en silencio como el piano,
las luces como lágrimas de sal.
Me duele el corazón y la sonrisa,
me duele el pecho de tanto fumar.
Ya sé que vos andas con ganas de irte,
y que es muy tarde para conversar.
Que ya te he enloquecido con mis penas,
y que mañana vas a trabajar.
Pero, quedate por favor un rato más,
contame por lo menos algún chiste.
No me dejes rodeado de fantasmas,
que esta noche tengo el vino triste.
La soledad es mala para el hombre,
y es mala también para la mujer.
Se llena la cabeza de pavadas,
y uno las termina por creer.
Entre las nubes de mi entendimiento,
no veo pero alcanzo a comprender,
que sobrevivo por tu compañia,
y sin tu compañia no lo sé.
Por eso quedate por favor un rato más,
contame por lo menos otro chiste.
No me dejes rodeado de fantasmas,
que esta noche tengo el vino triste.

Tres semanas en México.

México me recibió lluvioso. Llegué a la Cuidad de los Palacios llena de sentimientos tristes. La verdad es que no entendí bien que había llegado a mi país después de casi 18 horas de vuelo, solo estaba cansada, pero entre mi cansancio, la emoción de ver a mi familia, comerme unos tacos de bisteck a la mexicana y una cervecita que me dieron para dormir bien, me regresó un poco el alma al cuerpo.
Que pensar o decir de México, realmente no hice mucho, solo vi mucha televisión y me di cuenta que sigue igual o más estúpida y manipuladora que antes, me encontré con el famoso día del taco, telenovelas viejas y nuevas, series gringas, concursos, también mis sobrinos me pusieron al tanto de las caricaturas de moda, etcétera… En la política, ni que hablar, un mediocre debate acerca del aborto, marchas en contra, marchas a favor y una Semana Santa a la que la iglesia le impuso el sello anti-aborto declarando este año: El año del niño; la ley del ISSSTE y las marchas causadas, así como los predios expropiados, siempre dan la impresión de que el país esta hecho un caos. Pero no todo es malo, un viajecito que realicé a Querétaro, específicamente a Tequisquiapan donde conocí a una banda cien por ciento de Tamaulipas, que va y viene del Gringo como si fueran a otro estado de la república, un grupo de mujeres con y sin dignidad ante las desgracias del amor, unas cuantas cervezas, tequilas y las delicias de los tacos de guisado del mercado, hicieron del viaje un buen lugar para despejar la mente. Tuve bastantes orgasmos culinarios pues la comida alivió mis penas, entre las gorditas de chicharrón y los tamales hubo grandes momentos de felicidad. Así también me tocó ser testigo de la alegría que invadió a la Cuidad con las chilango-beach y su lleno total a las que por desgracia no pude asistir, pero hubiera sido bueno.
Sin lugar a dudas México, como dijo Luis Buñuel, es el país más surrealista del mundo, es único, se vive, se respira, se siente, como cuando por las noches se escucha un sonido lejano, el motor que mueve a la cuidad, que vibra y arrulla. En definitiva: como México no hay dos. Muy amable se portó y me despidió con un día muy hermoso, absolutamente soleado y lleno de buena vibra.