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miércoles, 28 de mayo de 2008

Sibila's Restaurant

En agosto del año pasado entré a trabajar a Sibila’s Restaurant. Un domingo fue mi despedida. Nos dimos cita fuera del Cine de Broad Steert para después escoger un pub que no estuviera tan lleno. Cuando llegué estaba la banda polaca en su pleno, Gosia, Kasia y Karolina y Zdenka de Eslovaquia, más mi jefa, Sibila, de Croacia.
Encontramos un pub casi vacío, pedimos de cenar, de beber y así comenzamos una plática muy agradable. Mi jefa comenzó hacer preguntas para las polacas, acerca de su visión ante los horrores de la segunda guerra mundial y de cómo vivieron su gobierno comunista. Me gustó saber más acerca de ellas en ese sentido. Creo que todos los polacos que he conocido aquí, no hay uno que no tenga una opinión llena de reflexiones.
Después de platicar cosas históricas para ellas, alguien le preguntó a mi jefa de cómo conoció a su esposo. Así me enteré que mi jefa salió de Croacia junto con su hermana, aparentando ser madre e hija, cuando ella estaba en la Universidad de Servia estudiando una licenciatura en Letras italianas y francesas, por ahí de 1985, porque los servios comenzaron a bombardear Croacia y algunas personas tenían la oportunidad de salir de su país con rumbo a Italia. Ella y su hermana estuvieron en un campo de refugiados en Italia, en donde no tenían derecho a salir ni a nada mientras se arreglaba su situación legal. Así fue como Sibila, (mi jefa) se quedó en Italia después de algunos años de estar luchando para que le dieran la nacional italiana. En ese tiempo trabajó como lava trastes, asistente de cocina y asistente de chef y después se certificó como chef vegetariana. En ese campo de refugiados conoció a su esposo, un abogado italiano, “que más bien parece hippie”, en palabras de ella, que estaba haciendo un voluntariado en los campos para refugiados impartiendo clases de italiano. Varios años después se casaron.
Disfruté mucho salir con mis compañeras de trabajo, a pesar de que faltaron las portuguesas y las dos inglesas con las que conviví, me llevaré por siempre un buen recuerdo de los nueve meses que trabajé en Sibila’s.
Nunca se me olvidará el esfuerzo que me costó entrar a trabajar ahí, en primera por el idioma y en segunda, porque me costó mucho seguirle el paso a Sibila, pues ella es una mujer de carácter muy fuerte, casi todo el tiempo estaba de malas, así que imaginarán que no fue nada fácil los primeros meses con ella. Recuerdo bien que Martín, otro polaco, que era el Chef de la tarde, un día me dijo que me compadecía porque yo estaba toda la mañana con ella y que ella estaba loca, que el trabajaba 6 horas normalmente, pero cuando estaba ella la carga era de 12, porque el estrés que ella ponía a una jornada era más pesado que atender a 100 personas. Recuerdo bien que me dijo que Sibila era del tipo de personas, que si no me quebraba al mes, él me aseguraba que me haría más fuerte y terminaría manejando muy bien mi trabajo. Al paso del tiempo así fue.
Hace muchos meses que trabajamos las dos bastante a gusto, me dio cada día más responsabilidad, no tan solo con sacar adelante el buffet de las mañanas, sino que me dio libertad de cocinar, de experimentar, de opinar en los cambios del menú y ser su confidente y amiga.
Mi último día de trabajo, fue un martes 20 de mayo, en el primer día de la Semana Nacional Vegetariana en donde se cocinarían platillos de siete países del Mediterráneo, así que mi último día estuvo lleno de estrés. Todas mis compañeras se despidieron de mí, me desearon suerte y pensamos en volvernos a ver, porque una cosa muy triste de estar por acá, es que cuando conoces a alguien, y esa persona se va, quizá nunca la vuelvas a ver…

5 comentarios:

utópico dijo...

Así nomás es cuando uno anda de itinerante por todas partes… conoces gente que llega a formar una linda parte de tu vida, y de pronto tienes que decirles adiós, y recomenzar de nuevo en otro lado. Yo que vivo en Estados Unidos, paso muchas veces por lo mismo. Que tremendo lo de las croatas… yo conocía a un ruso-judío con el que trabajaba, siempre me contaba cosas de su vida… y la verdad algunas experiencias son increíbles.

Al final… eso es la vida, seguir caminando… seguir conociendo gente y seguir tomando nuevas rutas. Suerte con todo!!

Saludos!

Umami dijo...

tzzzzzz es un placer ver al señor utopico por aqui,jejeje
Es nostalgico el ultimo dia; y reconfortante el inicio de otro.
asi que eres chef?? yeah!
suerte
:)

Mariposa Amarilla dijo...

La necesidad me hizo chef, ja ja ja... realmente estudié historia, que cosas, no?

Anónimo dijo...

Hola Mariposa.. ya escribe desde donde andas volando...te has tardado necesito tus narraciones... beso!

la Presidencia de la NRB dijo...

Danclío:

Aunque no lo creas, la historia y la cocina tienen mucho que ver, porque escribir un buen artículo se parece un poco a hacer un buen guiso. En ambos, el sabor es lo que cuenta y, claro, se vale repetir.

Gracias por compartir. Un abrazo.