All you need is love...

miércoles, 30 de enero de 2008

Mi trabajo. II

La presión termina cuando todos los platillos, las ensaladas y la sopa quedan listos y en su lugar.


Esta es la barra de la sopa, el pan y la mantequilla. La banda inglesa gusta de comer la sopa acompañada de pan con mantequilla.



Esta es la barra de ensaladas. Tambíén gustan de comer cachuates, nueces, almendras, nueces de la india y chutney, que es como una mermelada de mango pero agridulce.


Así luce todo cuando esta completamente terminado.

Esperando...


Mi trabajo. I

Mi regalo de Navidad fue una cámara fotográfica que me hizo, me hace y me seguirá haciendo muy feliz. No sabía a que tomarle fotos, pero me dieron una idea muy buena, hacer un foto- refortaje de mi trabajo. Y aquí esta el intento del mismo.

Esta es la parte del bufet que hago sola cuatro días a la semana.



El chef de la tarde junto con sus ayudantes tiene que dejar la cocina completamente limpia. Cuando llego en la mañanas así recibo la cocina.



Lo primero que hago es checar si hay alguna semilla por hervir, como frijol, garbanzo o lenteja. Después pongo a hervir agua para el arroz, quinoa y pasta. Una vez listas las ollas con agua, hay que poner pan, mantequilla, preparar tres ensaladas frescas, o sea de verduras y tres cocidas como cuscus. Esa parte lleva aproximadamente 30 minutos, así que tiene que ser muy rápido porque en una hora hay que preparar cuatro platillos calientes, como los que se ven en la foto, más el arroz y la quinoa. Ese día el bufet fue: Chickpea in poubre de colombo sauce, Panner paprica pasta, Vegetables in red curry y Potatoe, cavagge and tofu stir fry. También se tiene que hacer sopa. Ese día la sopa fue de carrot with coriander, una sopa muy inglesa.



Así queda la cocina después de hacer todo.


Hay que lavar todas las ollas y los sartenes, las mesas de trabajo, las tablas de corte y limpiar, el punto es que la cocina al final del día quede lo más parecida a como me la entregaron.

jueves, 24 de enero de 2008

Alemania en fotos...


La parte moderna


Los semáforos para las bicicletas


Me gustó mucho el metro


El memorial a los Judíos


La puerta de Brandemburgo

jueves, 10 de enero de 2008

Tres días en Alemania.

Alemania era tan lejana para mí, que ni estando de este lado del mundo pensé en conocerla. Creo que en mi mente solo existía la Alemania histórica, con sus mitos y sus verdades. Quizá esa sensación estaba en mi mente por los cursos en mi carrera, pues echar una mirada al pasado de una cuidad hermosa con todos los estilos artísticos, con tantos exponentes en la pintura para después saber que durante la segunda mitad del siglo XX, quedó hecha ruinas, sinceramente la parte de la reconstrucción no la imaginaba. Pero toda imaginación a veces es reforzada con una imagen y fue hasta cuando la vi en fotos que me di cuenta que estaba igual de hermosa como en su pasado destruido y mitificado.
Así que emprendimos un viaje veloz y como todo viaje, es emocionante por el simple hecho de saber que encontraras cosas nuevas.
Estaba haciendo demasiado frío cuando llegamos a Munich. La verdad no recuerdo cuantos grados pero me imagino que fue menos cinco o algo así. Nos adentramos al centro de Munich y de verdad que es una cuidad bella, llena de callejones medievales. Además el ambiente navideño la hacía parecer más hermosa. Aquí en Birmingham había un mercado alemán, en donde se vendían artesanías, las tradicionales salchichas, vino caliente y cerveza. Pero estando en el lugar del origen de ese mercado, obviamente es más bello y con mucho más artesanías. Un día en dicha cuidad la verdad es que no es fue suficiente, pero lo que vimos estuvo bueno.
Llegando a Berlín, se siente otra vibra, obviamente las capitales siempre son más emocionantes, es en donde se puede apreciar más de la cultura, la gente.
Berlín es una cuidad impresionante, me gustó tanto, hay tanto que hacer, esta llena de cultura, de arte, de una vibra diferente a otros países en los que he estado. Me gustó su manera de ver el pasado, lo exponen, sin miedo, finalmente ya pasó. Visitamos la Alemania moderna y la vieja. Estuvimos en la Puerta de Brandemburgo, la vista hermosa desde el edificio de gobierno, caminamos por sus calles, por sus plazas, me hice una gran admiradora del metro, se nota que hay muchísima prosperidad, orden y a pesar de que la gente es media cuadrada, fue muy amable.
Pero indudablemente el Muro de Berlín me dejó una mezcla de sentimientos. Me gusta sentir como una construcción en el caso de otros lados que he visto te dejan una sensación de impresión, pero este es un simple muro, concreto, sin más. Sin embargo, se siente cierta tristeza y nostalgia, es obvio que toda la reconstrucción de Alemania gira en torno a un pasado complejo, finalmente en su momento tuvieron el poder de casi toda Europa y ahora a este paso de los años se ve renovada. Definitivamente me dejó ese sentimiento de saber que la historia es eso, historia. El pasado se muestra y se recuerda, pero se queda ahí solo para la posteridad. No sé si pueda transmitir el cúmulo de reflexiones y sensaciones. En definitiva me declaro gran admiradora de Alemania, me gustó como se ve la gente, la cuidad, cómo se mueve todo.
Entre los datos curiosos, nos dimos cuenta de que no todos los alemanes hablan inglés, no beben hasta morir y que las morenas reinamos sin lugar a dudas, ja!