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lunes, 13 de octubre de 2008

Estética Unisex Gloria.

Hay cosas que uno no piensa en el momento de tomar decisiones tales como irse a vivir a un lugar en donde no hablas el idioma. Cuando llegué a Inglaterra, recuerdo que pocos días antes fui al salón de belleza, me despunté el cabello, pero nunca pensé que tiempo después sería muy complicado explicar que era lo que yo quería exactamente. Y es que antes de contarles la importancia que eso tiene en mi persona, necesito regresarme al pasado.

Pues resulta que desde que tuve entre los 14 y los 20 años me dí el gusto de cortarme el cabello de diferentes maneras. Anduve con el cabello largo, medio, corto y muy corto. Me lo teñí de rojo, morado, rosa y hasta luces me hice. Nunca me hice rulos, pero si cambiaba de corte casi cada dos meses. La razón para hacer tantos cambios, aun no la sé, pero me gusta saber que disfruté de cómo me veía durante esos años. Un día decidí que solo lo iba a dejar crecer, libre y sin problemas de cambio de color o cosas extrañas. Esa decisión fue buena… pero me aburrí al poco tiempo y me lo teñí de negro por largo tiempo. Me gustaba como se me veía largo y muy negro, ja!

Así fue como llegó el momento en el que me lo fui a cortar para venir a Reino Unido. Mi cabello creció y perdió toda forma posible, y después de casi 6 meses, Lilia mi ex compañera de casa, me comentó que había un estilista de Taiwán buenísimo. Me convenció, hizo una cita y me hizo un buen corte de cabello, original y al puro estilo asiático, pero en ese tiempo no tenía trabajo y ese corte resultó ser un gran lujo… Ese corte de cabello me costó 25 libras, lo que equivalía a una semana de despensa para cocinar o a un boleto de avión para Irlanda u otro destino… Se me hizo la cosa más cara del mundo, pero ya estaba hecho!!! Esa vez no tuve miedo de explicar nada, porque afortunadamente Lilia fue conmigo y ella dirigió el corte y la traducción. De esa vez pasaron siete meses para que volviera a visitar una estética. Y un día de invierno, en enero, decidí entrar a una estética y tratar de explicar que era lo que yo quería… No tuve mucho éxito, esa vez iba decidida a cambiar mi corte, pero no hubo manera de entendimiento o por lo menos pensé que me habían entendido y solo me despuntaron mi cabello… me desilusioné tanto, que en los siguientes ocho meses, decidí que yo podía cortarme mi cabello. Finalmente lo traigo en la sangre, mi abuelo fue peluquero y una de mis primas es estilista… y creo que lo logré, sino hay que preguntarle a Ugalde, que fue la tercera victima de mis dotes de estilista (la primera fue mi mamá! Y la segunda mi hermano!).

Confieso que logré una buena técnica, la última vez me lo dejé en capaz y con mis súper tijeras para hacer degrafilado me quedó bien. Pero no hay nada mejor que alguien te lo haga.

Hace unos días el amigo Iván, se cortó el cabello con una señora llamada Gloria y lo mejor, lo pudo hacer en español, pudo explicar sin problema el significado de “solo poquito…” , etc.

Hoy decidí caminar hacia la Estética Unisex Gloria, en uno de los pasillos latinos que se encuentran el Londres. Cuando llegué al salón, estaba su hijo, su nieto y un africano, que estaban hablando de negocios de computadoras. Estaba también Doña Gloria y una clienta. Me recibió con mucha amabilidad, me dio una revista Hola! y otra de cortes de cabello. Mientras terminaba de arreglar a la señora, un sin número de personas latinas pasaban por el lugar y la saludaban. Un perrito que descansaba sobre uno de los sillones del pequeño Salón de Belleza, un olor a sopa de pollo que su pequeño nieto comía, una maseta con rosas de plástico, hacían parecer que estábamos en cualquier parte de México o de América Latina, sino fuera porque todos los productos están en inglés y de fondo escuchábamos un análisis financiero del porqué de la crisis y sus consecuencias, así como el señor que entró a preguntar en inglés si vendían pilas o las brasileñas que un español-portugués preguntaron en cuanto tiempo regresaban o el señor africano que prefiere esa estética a las muchas especialistas para el tipo de cabello que ellos tienen, pensaría de hay veces que vivo en México.

Doña Gloria tiene doce años viviendo aquí, es de Quito, Ecuador y desde los 16 años se dedica a la cultura de belleza… Por cierto me cobra 70 libras si quiero que me pinte el cabello y 120 si quiero luces o algo así… Lo que equivale entre 1000 y 1500 pesos mexicanos, justo lo que cobra una estética de muy buen nivel que nunca pagaría… Ya ni quiero saber cuanto me hubiera costado el corte en una estética chida en el Centro de Londres!!!

El punto es que cubrí la necesidad de la vanidad, me gustó y todo por el precio de 10 libras!!! Esta cuidad es muuuy cara!!