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lunes, 4 de junio de 2007

LONDRES

Me había llenado de emoción al escuchar hablar a tanta gente sobre Londres. No sé porque razón estaba escéptica antes, creo que cuando escuchas tantos comentarios buenos, como que no los crees, pero al paso de los días, cuando más se iba acercando el viaje logré emocionarme. Y en efecto Londres es una gran cuidad, llena de gente de ruido, de autos, de gritos… como todas las grandes cuidades.
No negaré que después de estar encerrada en mi casa en México, sin sentir la cuidad y estar después aquí en Birmingham en donde no hay mucho movimiento, el primer día ya quería llegar a un lugar sin ruido. Extrañamente me pasó eso!
Mientras caminábamos de una calle a otra, cambiábamos de una estación de metro a otra, bajo la lluvia y el viento que es normal en esta isla, comencé a pensar que era bastante extraño que mi mente y mi cuerpo pidiera un momento de calma. Me impresioné, a mi que tanto me gusta el ruido, entrar al metro y sentir el estrés de la gente, estaba pidiendo un minuto de silencio.
Era sábado, estábamos ahí para festejar el cumpleaños del Hermano Juan. Mientras esperábamos la llegada del festejado y nos instalábamos en la casa del buen amigo Iván que vive muy cerca del Meridiano de Greenwich (sí, ese que nos enseñaron en las clases de Geografía) salimos a caminar al famoso barrio Soho, que es un lugar retro, entre prostitutas, gays, tiendas de ropa usada y discos viejos. Hasta ese momento era bastante poco lo que conocía de dicha cuidad, además ese día fue lleno de sorpresas, pues poco a poco se fue dando el encuentro de los amigos de Gustavo, así que para él fue emotivo y para mí fue sorpresivo conocer el famoso Londres. Conforme fue pasando el tiempo, ya de noche salimos a festejar el cumpleaños del Hermano. Llegamos a un pub-funky por recomendaciones del buen Pepe. Era un pub bastante austero en su adorno, pero bueno en la música y sobre todo gente, que quizá sea lo que más llama la atención, la gente, pues puedes ser lo que quieras en Londres, desde un fresa hasta un rock star, sin serlo, la gente simplemente tiene algo en los genes que todos están entre lo fashion y lo original. Terminamos ese día caminando por algunas calles de Londres a las 3 de la mañana, sin síntomas de ebriedad, solo de cansancio, cenando unos kebabs y esperando buses. Y con todo eso, me di cuenta que la fiesta no terminaba, al contrario estaba bastante prendida, la banda absolutamente ebria, o feliz, esperando el bus. Mucho ruido, mucha fiesta…

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