Segovia

El 29 de diciembre fuimos a Segovia; es una verdadera belleza y con un día tan soleado como el que nos toco, fue mucho más bella. Una de las cosas hermosas que se pueden admirar en Segovia son los Pirineos que se peden ver desde la ventanilla del tren, como era invierno, estaban nevados y se veían hermosos. Es un lugar lleno de historia; de donde está la estación del tren hasta llegar a al centro de la cuidad nos fueron recibiendo iglesias y edificios medievales, al entrar al centro nos dio la bienvenida un acueducto romano enorme, muy conservado en donde se puede apreciar los avances arquitectónicos romanos en la composición de los arcos, desde ahí se puede tener una vista hermosa de la ciudad y al fondo los Pirineos. En el centro se encuentra la iglesia en donde Isabel La Católica se coronó y la catedral de Segovia de estilo gótico. También pudimos visitar el Alcázar de Segovia, que en la época medieval funcionó como una de las fábricas en donde se hicieron y financiaron las armas para la Conquista, he de mencionar que no había tenido ningún sentimiento anti-español, hasta que Gustavo comenzó a sentirse mal, pero al entrar a uno de los salones y ver las armaduras he de confesar que me sentí mal, es impresionarte o más bien ha de ver sido impresionante ver aquellos hombres perfectamente armados entrar a la Gran Tenochtitlán… Desde la torre del Alcázar se puede observar una vista hermosa y sobre todo que presenciamos unos de los mejores atardeceres de nuestras vidas, de verdad era hermosa la vista.
Entre nubes rosas y moradas, con nubes de pajarillos y cansancio, nos despedimos de Segovia y su belleza.